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Panameña. Periodista. Autora de varios libros. Instagram: teredominguezo www.teredominguez.com

6 min

“Mi Father Gian”

Mediante esta entrevista, Tere Domínguez, aborda los sentimientos que experimenta una hermana al saber que su hermano quiere ser sacerdote. Son vivencias que podrían estimular las vocaciones sacerdotales.

Los sacerdotes son pilares fundamentales en nuestra vida de fe. A través de ellos recibimos los sacramentos, orientación espiritual y el mensaje de Jesús. Orar por ellos es esencial. Al hacerlo no solo pedimos por su bienestar y fortaleza espiritual, sino que contribuimos al bienestar de toda nuestra comunidad.

Siento una emoción muy grande al escribir estas palabras ya que me permiten iniciar este texto con una vivencia que experimenté en mayo del año pasado, en vísperas de mi aniversario de bodas. Para celebrarlo, mi esposo y yo habíamos decidido dormir una noche en el Casco Viejo de la ciudad.

Durante los primeros meses de ese año había estado al tanto de la ordenación sacerdotal de Giancarlos Candanedo Páez, el tercer sacerdote panameño del Opus Dei. La primera misa que oficiaría sería en la ciudad de Panamá, en una iglesia que quedaba precisamente en el Casco Viejo. El día escogido: la tarde que nosotros nos habíamos ido a dormir allá. Por tanto, fue fácil decirle a mi esposo que participáramos de la misa para vivir ese momento y además porque sería un anticipo para celebrar nuestro aniversario al día siguiente.

Se respiraba un ambiente de mucha alegría. Mi esposo y yo nos habíamos sentado en uno de los pasillos laterales cuando el padre Giancarlos pasó y nos levantamos a saludarlo. Le dije que estábamos de aniversario de bodas y enseguida nos dijo: vengan que les voy a dar una bendición especial, lo cual hizo allí mismo y las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas.

Pasado más de un año de ese momento, en Hablar con Jesús nos propusieron que este mes de julio rezáramos por la fidelidad de los sacerdotes y por las nuevas vocaciones. Asimismo, a los escritores del blog, que habíamos tenido alguna vivencia con algún amigo o familiar que fuera sacerdote, nos pidieron escribir un artículo sobre nuestra experiencia. Entenderán que enseguida pensé en el padre Giancarlos.
De modo que le propuse a la administradora del blog hacerle una entrevista a Karlyna, la hermana de Giancarlos, a quien había conocido en el retiro anual del año pasado. Enseguida aceptó y contacté a Karlyna para proponérselo. No lo dudó: me dijo que sí y la emoción que sentí fue inmensa.

Mi hermano sacerdote
El padre Gian con su papá y su mamá. Esta última murió de cáncer el 5 de agosto de 2023.

Comparto con ustedes la entrevista:

Karlyna, ¿cómo te enteraste de que tu hermano había decidido ser sacerdote?

Mi hermano Giancarlos Candanedo Páez o, como a él le gusta que le llamen, Padre Gian, acá yo en secreto le digo Father Gian (Karlyna suelta una carcajada), era un profesional del derecho que trabajaba como un panameño más cuando decidió ser numerario del Opus Dei.

(En este punto me permito agregar que se llama numerarios o numerarias a aquellos fieles que, en celíbato apostólico, residen en los diversos centros a nivel mundial del Opus Dei, ejerciendo su profesión y a la vez se ocupan de la formación de los demás miembros de la Obra).

Él me llamó primero a mí y me dijo que posiblemente quería ser sacerdote pero que no dijera nada. Yo me quedé tranquila y le obedecí. Unos días después, a las 5:00 a.m., hizo una llamada al grupo que tenemos los hermanos y mis padres (en ese entonces mami vivía aún) y nos dio la noticia. Todos quedamos en shock, hasta yo, a quien ya se lo había comentado. Llorábamos no sé si de la emoción o por lo que venía. (En este punto Karlyna vuelve a soltar una risa).

¿Qué sentiste en ese momento?

Sentí mucha ansiedad porque no es lo mismo que un hermano te diga voy a ser ingeniero, abogado o doctor, a que te diga voy a ser sacerdote; y ¿cómo es eso? ¿Qué pasa ahora?

¿Habías pensado en algún momento que él quisiera ser sacerdote?

Hace muchísimos años tuve un sueño muy lindo y vi en él a Jesús. Posiblemente ese fue un llamado. Admito que yo dudé mucho cuando él decidió irse de casa para ser numerario, por lo cual viviría en Entremares, el centro para varones del Opus Dei en Panamá. Recuerdo que le pregunté: ¿vas a estar bien? y me dijo, sí. Pasaron los años durante los cuales siguió estudiando y estudiando. Luego llegó el viaje a Roma para hacer el doctorado en Derecho Canónico y dejé de verlo por seis años. Con mucho sacrificio fui con mi esposo y mi hija a visitarlo. Dios, me di cuenta de que él realmente era feliz. Sus ojos brillaban, así que eso me dio más tranquilidad y felicidad.

Mi hermano sacerdote
Karlyna y Giancarlos el día de la ordenación diaconal.

¿Cómo fue para tus padres recibir la noticia?

Fue muy emotivo. Lloraban ambos, pero no sabían explicar los sentimientos. Cuando Giancarlos les dijo que podían compartir la noticia, recibieron mensajes muy lindos y se fueron tranquilizando un poco. Sentían mucha emoción y sabían que era una bendición lo que pasaba.

Sé que viajaste a Roma con tus padres para la ordenación sacerdotal, ¿cómo fue vivir ese momento?
Dios se lució conmigo porque tuve la oportunidad de ir a la ordenación diaconal y luego a la sacerdotal. Al momento de la ordenación diaconal, habían pasado 17 años desde que Giancarlos había tomado la decisión de ser numerario. De verdad que fue muy pero muy emotiva la diaconal, porque hoy lo ves vestido normal y al día siguiente es un hecho que todo lo dejó atrás por este gran camino. Es impresionante la entrega. Dios mío, cuando lo vimos, mis padres y yo llorábamos pero de verlo tan feliz. También pudimos participar unos días después en el acto donde recibió con honores el título de doctor en Derecho Canónico.

La ordenación sacerdotal fue impresionante. La parte más fuerte es cuando se acuestan todos en el suelo, bocabajo, mientras piden por todos los santos. Mi hermano estaba muy cerca de nosotros y veíamos cómo su pecho se movía llorando. En ese momento estábamos pasando por un tema de salud con mi mami y estoy segura de que su corazón de hijo lloraba por ella. Asistieron muchas amistades de él, familiares de Los Ángeles, California, su mejor amigo de toda la vida; bueno, muchas personas que lo quieren un montón.

Y para concluir te pregunto, ¿rezas por su vocación?

Sí, siempre pido por mi Father Gian y por los 25 compañeros, todos hermosos sacerdotes que se ordenaron con él, que más que amigos son hermanos, que tienen mucho que dar a nuestra Iglesia.
Tere, te agradezco mucho por esta entrevista.

Karlyna, el equipo de Hablar con Jesús te da las gracias por abrirnos las puertas de tu corazón para compartir un testimonio tan personal que seguro abonará en que más personas recen por nuestros sacerdotes. Además, también te agradecemos por las fotos que ilustran el artículo.

«Cuantos más sacerdotes tengamos, más personas podrán experimentar la bendición y la presencia de Jesús en la Eucaristía. Por eso, también es muy importante pedir a Dios por las vocaciones sacerdotales. Los sacerdotes son pilares fundamentales en nuestra vida de fe. A través de ellos, recibimos los sacramentos, orientación espiritual y el mensaje de Jesús. Orar por ellos es esencial, al hacerlo no solo pedimos por su bienestar y fortaleza espiritual, sino que también contribuimos al bienestar de toda nuestra comunidad».

(Tomado del Newsletter, julio, 2024 de Hablar con Jesús).

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Escrito por

Tere Domínguez

Panameña. Periodista. Autora de varios libros. Instagram: teredominguezo www.teredominguez.com

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