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EL DEMONIO

el demonio

“Jesús, mira que yo soy bastante nervioso”. Cuando alguien intenta contarme que vio una película de terror, inmediatamente le digo que no interesa, e intento cambiar el tema.
O cuando, en las convivencias con “pelaos”, alguno dice: -Hey, pero contemos historias de miedo, pues en ese momento yo con discreción me hago el loco, me levanto y me voy discretamente.

¿Y desde cuando me pasa esto? Pues, yo creería que sí tiene un inicio, yo creo que me pasa, desde que, por tonto o por curioso vi una película que trataba el tema del exorcismo. Se trataba de una pobre niña que era atormentada por el demonio.

EL DEMONIO EXISTE

Yo vi esa película y yo no sé, pero el subconsciente trabaja de una manera que…. “Yo me despertaba a la madrugada, Señor”, ¡Y asustado! Y era muy difícil que me volviera a dormir…
Y me dije: ¡Yo no vuelvo a ver esto en mi vida! Jamás he vuelto, ni volveré a ver este tipo de películas.
– Pero Padre, ¡si es solamente una película! Me pueden decir las niñas del colegio en el que trabajo ahora.

Sí, es una película, es verdad. ¡Pero el demonio existe! Y los espíritus malignos sí existen. “Ay Jesús, mi Jesús, ¡Qué miedo! Qué miedo me da el demonio. Yo sí te pido que me libres de sus asechanzas”.

¿Y por qué en un rato de oración como este, estoy hablando de este tema? Pues por el Evangelio. Hoy en el Evangelio de San Lucas nos aparece este tema:

“En aquel tiempo, habiendo expulsado Jesús a un demonio que era mudo, algunos de entre la multitud dijeron: «Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».”

(Lc 15, 14-15)

EL REINO DE DIOS HA LLEGADO A VOSOTROS

“Siempre, Jesús, te buscan el “laíto”. ¿Por qué no aceptan que eres el Mesías? ¿Por qué siguen buscándote? – ¡No sé! Además, esta acusación es bastante grave, bastante delicada, porque también es una acusación contra el Espíritu Santo. Perdónalos, Señor”.
-Y continua Jesús diciéndoles:

Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros.

(Lc 15, 20)

Que de esto hablamos en la meditación de hace 8 días en los 10 minutos con Jesús. Hablamos del Reino de Dios, del Evangelio.
¡De todo se puede hablar con Jesús! Hasta del demonio, ¡Imagínate!

«El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.
«Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar; y, al no encontrarlo, dice:
“Volveré a mi casa de donde salí”.
Al volver se la encuentra barrida y arreglada.
Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; y se meten a vivir allí.
Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio».

(Lc 15, 23-26)

Bueno, Tú Jesús, estás curando un endemoniado mudo, ¿Y qué pasa? Ya sabemos el desenlace; que, pues como siempre Tú, Señor, liberas a estas personas endemoniadas, los liberas, les devuelves la paz interior, y expulsas esos espíritus malignos ¡con autoridad!

EL MÁS SOLAPADO

Y muchos demonios tuviste que vencer en esta tierra: el demonio de la carne, que corta las alas del amor; el del egoísmo, que cierra los ojos para lo que no sea el propio yo; el demonio sutil de la tibieza, que torna amarga la dulzura de las cosas divinas; el demonio mudo de la soberbia, que ha cerrado sus labios y no puede pedir ayuda.

En otras meditaciones hemos hablado del demonio mudo; el más solapado, el más peligroso. ¡El mismo Jesús, dice que se debe expulsar con oración y ayuno!
En estos días, el Papa en una entrevista larga que le hizo un periodista, en una entrevista radial que dura como una hora y 17 minutos, -te la recomiendo, muy buena.

En algún momento el periodista, -ahora no recuerdo las palabras exactas- pero le dice al santo Padre: -Pues, en algunos ambientes todavía se dice, que el demonio no existe. Y entonces, el Papa hace un gesto, y dice: ¿Qué no?

Y entonces, habla un poquito, que él personalmente, al demonio que más le tiene miedo, es el demonio “que toca el timbre”. Y que pide permiso, y que es solapado, y que se entra hasta la nevera, y que se hace amigo.

CON JESÚS PODEMOS HABLAR DE TODO

El demonio al que el Papa le tiene más miedo, es “el demonio solapado”, el que toca el timbre. A mí me pareció muy extraña y muy simpática, y como muy creativa esa descripción.

Mira Jesús, entonces ¿El demonio tiene poderes? ¿Quién es el demonio? ¿Cómo nos libramos del diablo? ¿Qué relación tiene el demonio con el origen del mal?

Y como estamos en un rato de oración, y podemos hablar con Jesús ¡de todo! “Pues yo quiero, Señor, que nos pongamos una tarea: todos en 10 minutos con Jesús”. Bueno, si quieres o si se te apetece, si tienes algo de curiosidad, o si le ves algún interés…

Que busques en el Catecismo de la santa Iglesia Católica, en el índice temático, la palabra: “demonio”.
Yo tengo una versión digital que tiene un buen índice, voy al índice y ahí están en orden alfabético, pues las palabras claves. Y hay una palabra qué es: “el demonio”.

BUSQUEMOS EN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

“Yo le pinché a la palabra demonio, Jesús, y mira todo lo que sale:”

DEMONIO:
– Los ángeles caídos, 391, 392, 414
– Los Apóstoles y su poder de expulsar demonios, 1506
– El Bautismo como renuncia al Diablo, 1237
– Lucha del hombre contra el poder de las tinieblas, 407, 409
– Exorcismos para expulsar demonios. 517, 550, 1237, 1673:
– La idolatría y el recurso al demonio. 2113, 2116-17:
– Jesús y su dominio sobre los demonios, 421, 447, 539, 550, 566, 635-36, 1086, 1708
– Jesús y las tentaciones del Diablo, 538-40. 566, 2119
– Librarse del Diablo, 2850, 2853-54
– Obras del Diablo, 394-95, 398, 2851 -52
– El origen del mal, 397, 413, 1707, 2583, 2851
– Significado y etimología de la palabra Diablo, 2851.

En fin… se ve que hay de todo, ¡de todo! Y la doctrina cristiana no le tiene miedo a hablar de esto, no le tiene miedo porque es una realidad.

Y solo quiero detenerme en dos puntos del catecismo, para que nos quedemos muy tranquilos, porque si es verdad que yo le tengo miedo a las películas de terror, “cierto, Señor”.

NO LE TENGO MIEDO A NADA NI A NADIE

Pero yo no le tengo miedo a nada ni a nadie, porque estoy Contigo, ¡es verdad! También lo tengo que decir: ¡A nada ni a nadie tenemos que tenerle miedo, estamos con el Señor!

Se puedo venir contra nosotros todo un ejército, como dice el salmo mesiánico, el salmo 2:

“Si se viene delante de mí o enfrente de mí todo un ejército, mi corazón no teme, porque estoy con el Señor”

El primer punto es el 395, que dice así:

Sin embargo, el poder de Satanás no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios.

Aunque Satán actúe en el mundo por odio contra Dios y su Reino en Jesucristo, y aunque su acción cause graves daños – de naturaleza espiritual e indirectamente incluso de naturaleza física – en cada hombre y en la sociedad, esta acción es permitida por la divina providencia que con fuerza y dulzura dirige la historia del hombre y del mundo.

El que Dios permita la actividad diabólica es un gran misterio, pero «nosotros sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman» (Rm 8, 28)

¿Interviene el demonio? ¿Tiene poder? ¿Hay espíritus malignos? “Yes”, así es, así es. Pero el poder de Dios es infinito, es más grande, es más poderoso, y nunca va a ser vencido, ¡Jamás!

DURO COMBATE

Y el otro punto es el 407; que habla del duro combate que tenemos nosotros contra estos espíritus y contra el Diablo:

Por el pecado de los primeros padres, el diablo adquirió un cierto dominio sobre el hombre, aunque éste permanezca libre. El pecado original entraña «la servidumbre bajo el poder del que poseía el imperio de la muerte, es decir, del diablo» (Cc. de Trento: DS 1511, cf. Hb 2, 14). Ignorar que el hombre posee una naturaleza herida, inclinada al mal, da lugar a graves errores…

Muy bien, pues Señor, podríamos seguir haciendo referencia algunos puntos del catecismo, pero yo te dejo a ti la tarea, si quieres, y si te parece de interés. Que acudas al catecismo para leer y revisar todo este tema, en la presencia de Dios.

Acudimos a nuestra madre santa María, con ella no nos va a pasar nunca nada, porque ella nos va a proteger, ella tiene también todo el poder para hacerlo, todo el dominio para hacerlo.
Madre mía, ayúdanos, protégenos, defiéndenos del poder del enemigo, líbranos del fuego del infierno, y lleva todas las almas al cielo.

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