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Carlo Acutis, El Influencer de Dios

Proyecto de vida

¿Quién era Carlo Acutis? Carlo fue un joven que vivió el Evangelio de una manera increíble: con seriedad, seguridad y, ante todo con amor a Dios. Genio de la informática, a los 11 años ya tenía un canal que usaba para transmitir el amor a la Eucaristía, al santo rosario y al evangelio. Fue un chico “brillante y creativo”, así lo definió el papa Francisco y llevó a cabo varios proyectos informáticos relacionados con la religión. Por ello se le conoce como el influencer de Dios.

Convertir lo ordinario en extraordinario

En una entrevista para la televisión italiana, Antonia Salzano, contó que este influencer era un joven que “sabía convertir lo ordinario en extraordinario”. Desde una edad muy temprana comenzó a amar la eucaristía, la oración y a la Virgen. Sin ser sus padres católicos practicantes, Carlo aprendió de su niñera polaca, Devota, el interés por la fe católica.

Carlo se enamoró de Jesús. “Tiraba” de su madre para entrar en las Iglesias y “mandarle besos a Jesús”. Y así su vida se fue forjando a través de los sacramentos. Pidió hacer la comunión a los siete años: la Eucaristía es mi autopista para el cielo”.

A partir de ahí, Carlo no dejó la misa diaria, ni de hacer su rato de adoración delante del Santísimo, ni de rezar el Rosario. “Después de la Eucaristía, el Santo Rosario es el arma más potente para combatir el demonio” decía y agregaba “El rosario es la escalera más corta para subir al cielo”.

Ser originales, no fotocopias

Le encantaba jugar al fútbol, los videojuegos y la nutella. Su madre ha revelado los esfuerzos de Carlo por vivir una vida de virtud “cómo cuando se dio cuenta de que le estaba dedicando demasiado tiempo a los videojuegos, y se puso un horario para no perder el tiempo”; lo mismo con la nutella, luchó por vivir la templanza con este dulce que le gustaba tanto. O, como cuando al hacer reír a sus compañeros se percató que a alguno le podía molestar. Por lo que cuidaba de no faltar a la caridad.

Para él, “la santificación no era un proceso de suma, sino de resta. Menos yo para dejar espacio a Dios”. Este influencer de Dios era un adolescente, pero con un corazón enamorado de Jesús, que dedicó buena parte de su vida al catecismo virtual y a la creación de redes cibernéticas para poner en contacto a más de 10.000 parroquias.

Carlo, desde la profundidad de su corazón hablaba con un lenguaje fresco y joven para transmitir sus reflexiones. Decía, “todos los hombres nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias, ¡no dejes que eso te pase a ti!” o, “la tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios. La conversión no es otra cosa que desviar la mirada desde abajo hacia lo alto”.

Carlo se esforzaba por amar a todos lo que estaban a su alrededor. Ayudó a muchas personas sin hogar, con los ahorros que hacía de su paga semanal. Les compraba sacos de dormir. Quienes lo conocieron, todavía pueden escuchar sus palabras: “lo que verdaderamente nos hará hermosos a los ojos de Dios será solo la forma en que lo hemos amado y cómo hemos amado a nuestros hermanos”.

Hechos extraordinarios

Carlo evangelizó a su familia y lo sigue haciendo desde lo alto. Antonia Salzano, madre de Carlo, comentó en una entrevista que Carlo había visto en sueños a su abuelo y éste le había pedido oraciones para salir del purgatorio. Desde entonces tenía gran devoción por las benditas almas del purgatorio. También supo a través de un sueño que iba a ser madre por segunda vez a los 43 años de edad.

Unos días después del fallecimiento, Antonia se despertó con una voz, corrió al cuarto de su hijo Carlo esperando alguna señal. Entonces encendió la computadora y encontró un video que Carlo había grabado en Asís, tres meses antes de que le diagnosticaran leucemia. “Cuando pese 70 kilos, estoy destinado a morir”, decía frente a la cámara, mientras miraba al cielo. Y su anticipo se cumplió, ya que ese era su peso cuando su vida se apagó para siempre.

Así fue. Diagnosticado con una leucemia grado M3, no había ninguna posibilidad de curación. Carlo sabía que se moría, y al ingresar al hospital le dijo a su madre: “De aquí ya no salgo”. Pidió la unción de los enfermos y tres días después del diagnóstico, el 12 de octubre de 2006, falleció en el hospital San Gerardo de Monza, Italia.

Carlo se abandonó entre los brazos de la Providencia y bajo la mirada materna de María repetía:

Quiero ofrecer todos mis sufrimientos al Señor por el Papa y la Iglesia. No quiero ir al purgatorio, quiero ir directo al Cielo”.

Hablaba así, recordemos, un joven de 15 años, revelando una sorprendente madurez cristiana, que nos estimula y nos anima a tomarnos en serio la vida de fe.

Con fama de santidad

La fama de Santidad de Carlo corrió como pólvora por las redes sociales, y en un tiempo récord ha sido declarado venerable y hoy beato de la Iglesia. “Nuestro objetivo debe ser el infinito, no el finito” repetía este joven influencer. Descubramos en la vida de Carlo, los consejos para alcanzar el camino al cielo: Eucaristía y Rosario diario, confesión frecuente, adoración al Santísimo Sacramento y servir a los demás.

La vida de Carlo Acutis nos ofrece un ejemplo de proyecto de vida orientada a Dios, de la santidad en la vida ordinaria, de hacer de manera extraordinaria las cosas ordinarias y ser felices.

Escucha esta meditación acerca del Nuevo Beato P. Ricardo (Perú)

 

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